La niña olvidadiza
Romina Brodo
perdía todo.
yendo a la playa
perdió la malla.
Yendo a la escuela
perdió una muela.
Una mañana
perdió a su hermana,
perdió el cuaderno
y una banana.
De vuela en la casa
mamá furiosa
le dijo: "nena,
pero qué cosa,
segunda muela,
quinta banana,
¡y cuarta hermana
que vas perdiendo
esta semana!"
Pero Romina
no contestaba
porque no oía
que la retaban.
Estaba sorda
y no por vieja:
perdió en la calle
las dos orejas.
Las cosas que odio y otras exageraciones, 1998
Ana María Shua. 1998, 2008. Alfaguara
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